quiero oír tu canto, sentir
tus ardientes alas batir,
y derretir este hielo.
Regresa de tu letargo,
y ven a mí, flor salvaje,
mi corazón está helado,
tu calor yo quiero sentir.
Vuelve, espíritu guerrero,
y no te vuelvas a ir,
quiero alcanzar ese cielo
del que tanto he llegado a oír.
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