Miro arriba, a la Luna.
Está blanca, limpia y pura.
El Lucero me pregunta:
-¿Qué haces, pequeña nocturna?
-Miro arriba, a la Luna.
Miro arriba, hacia Marte.
Es pequeño y parpadeante.
Él me mira y dice: -Es tarde.
Pequeña nocturna, ¿qué haces?
Miro arriba, hacia Marte.
Miro arriba, al Lucero.
Empieza a cubrirlo un velo.
Miro arriba y espero.
Amanece, y Luna y Lucero
se funden en azul cielo.
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