martes, 27 de octubre de 2015

El alma

Vuela, alada cual mariposa,
vuela, descubre un nuevo hogar.
Hogar no sujeto a la Eternidad,
pues al tiempo muere y vuelta a empezar.

Vuela, alada cual mariposa,
vuela, pasando de sitio en lugar.
Okupa de cuerpos, ¿será la vida?
De cuerpo en cuerpo, nuevo despertar.

Vuela, alada cual mariposa,
vuela, la muerte la liberará.
Y buscará de nuevo un lugar,
te hace preguntarte ¿memoria tendrá?

Vuela, alada cual mariposa,
vuela, anclada a la Eternidad.
Ente perfecto que ansía el placer
de ver de nuevo, sentir y tocar.